domingo, 6 de marzo de 2011

La historia del sin historias


El niño caminaba, su párpados se cerraban, mientras el viento se deslizaba por sus manos que no dejaban de pedir amor. La gente pasaba apresurada, y él, con verguenza impedia que el mundo lo mirara...

-¿Para dónde voy? Se preguntaba. Pero que importa, si no tiene historia y nunca la tendrá. La vida le mostró un lado no conocido por muchos, pero que para él nunca importó... ¡Dios nunca lo dejó!