Son muchas las promesas que año tras año se han anunciado en el Gobierno sobre el Bicentenario de Chile. Años atrás, antes del 2000, se proyectaba un país sin campamentos para esta fecha, la educación igualitaria y en salud, una mejor atención para los más pobres de la nación. Hoy ha llegado la anhelada fecha, donde "supuestamente" todos somos mejores y disfrutamos de esta maravilla. Pero la realidad es otra: seguimos iguales. Pedimos a gritos las mismas necesidades. Y OJO QUE Ni siquiera el cambio de gobierno ayudará a soñar con un país mejor (donde todo es lindo, precioso y maravilloso como en el mundo de luly). Para quÉ hacernos los lesos, si sabemos muy bien que el país crecerá cuando existan políticos con una verdadera vocación de servicio y visión de progreso para Chile (situación que veo muy difícll, porque su fin es tener más poder y dinero para hacer y deshacer).
"Sigamos soñando por la noche, porque el Bicentenario es tan sólo retórica... Un lindo cuento de quienes dominan el país"
