sábado, 31 de julio de 2010

Mudo

Gus se sentía raro. Leo, su amigo, le cantaba y dedicaba canciones.

-¿Qué pasa? ¿Dónde estoy? Se preguntaba sin poder moverse.
Hace días él había estado cantando junto a su amigo en un gran concierto. Recordaba esos días jubilosos, llenos de vida y fantasía. ¿Por qué no puedo moverme? Se preguntaba sin cesar. ¡Si yo entiendo todo lo que me dice! ¿Por qué no puedo responderle? Desearía preguntarle por qué estoy en este lugar.

-Amigo, yo sé que mejorarás. Afuera hay millones de personas que esperan una recuperación tuya. Hazlo por ellos, y tu amorosa familia que hoy te acompaña. Le dijo Leo, mientras Gus movía sus labios, al parecer intentando dar una respuesta.

Él sentía un cariño inmenso, no sabía porque tanto amor. Tenía claro que hoy no estaba bien, pero sabía que a pesar de todo, estaba tan acompañado que no podía quejarse.

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